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Hay muchos patrones diferentes, pero los patrones reconocidos comúnmente operan en abierto como matones, o en secreto, a puerta cerrada.
-Los matones: A veces los acosadores sexuales son muy contundentes y directos, y utilizarán chistes, fotos o anécdotas sexuales abiertamente para avergonzar o intimidar a sus víctimas. Pueden tocar o acariciar a una colega empleada de manera inadecuada, pero convertirlo en una broma para que la víctima se sienta tonta o tímida para denunciar el incidente. Pueden hacer circular correos electrónicos lascivos o sexuales, en el pleno conocimiento de que dicho contenido podría ser embarazoso y molesto. Pueden pasar a los comentarios sobre la figura de una persona, incluyendo sus pechos o las nalgas,de manera pública e irrespetuosa.
- En secreto: Otros operan en silencio. Sus métodos pueden incluir la manipulación uno-a-uno a puerta cerrada, donde a un miembro del personal se le puede pedir tener relaciones sexuales a cambio de un aumento de salario o promoción. También puede haber amenazas de violencia si la víctima no acepta dichas solicitudes. También incluye el envío de correos electrónicos privados o mensajes de naturaleza sexual. También puede incluir invitar en varias ocasiones a una cita, cuando ya se ha negado repetidamente.
¿Por qué ocurre el acoso sexual?
Las raíces de acoso sexual se encuentran en el abuso de poder. Las mujeres son mucho más propensas a ser víctimas de acoso sexual, precisamente porque, con más frecuencia que los hombres, carecen de poder, están en posiciones más vulnerables e inseguras, carecen de confianza en sí mismas, o han sido socialmente inducidas a sufrir en silencio. Hay sugerencias de que la hostilidad masculina hacia las mujeres en el lugar de trabajo está estrechamente relacionada con las actitudes masculinas sobre el papel "adecuado" de un hombre en la sociedad (es decir, ser un "buen proveedor"). Cuando los hombres se sienten amenazados por las mujeres en el lugar de trabajo, lo ven como una amenaza para este papel tradicional.
En algunas sociedades, el acoso sexual de las mujeres está directamente vinculado a su posición social en general. Si las mujeres son consideradas como ciudadanos de segunda clase, o como objetos sexuales, si sus contribuciones no son vistas como valiosas, y si son relegadas a roles rígidos tales como esposas, madres y trabajadoras mal pagadas, la incidencia del acoso sexual es mayor.
El acoso sexual es también una forma de discriminación. Si una persona es señalada sobre la base de su sexo, y si su desempeño y progreso en el lugar de trabajo se ve limitado o incluso destruido debido al acoso sexual, esto cuenta como discriminación.
En pocas palabras: el acoso sexual ha sido y es utilizado como una herramienta para perpetuar la subordinación de las mujeres. Aunque los hombres también pueden ser acosados, la mayoría de las víctimas son mujeres. Se trata, en la mayoría de los casos, de un medio por el cual los hombres afirman su poder sobre las mujeres a través de amenazas o actos de violencia, perpetuación de los estereotipos de género, y control económico.
Haga clic aquí para saber más de la Brecha Salarial Mundial de Género: Enlace a Global Gender Pay Gap.
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