Cinco consejos para ir sentando las bases para una futura búsqueda de empleo. Estar preparados nos ubica en una mejor posición para cuando el mercado laboral se reactive.
1. Actualizar el currículum. El elemento más importante de toda búsqueda laboral es un currículum actualizado. Si no lo hemos revisado durante un tiempo, quitémosle el polvo y cerciorémonos de que allí están resaltadas nuestras habilidades, tareas a cargo y logros más recientes. Es mejor ir preparándolo de a poco, a lo largo de unas semanas, que hacerlo de un tirón y a las apuradas, sobre todo si tenemos que presentarlo de un momento a otro. Recordemos que esta versión del currículum servirá de punto de partida, pues seguramente iremos adaptándolo a cada puesto para el que nos postulemos.
2. Mantener el perfil al día. El perfil profesional que subimos a redes sociales de la Web, por ejemplo, LinkedIn y Facebook, funciona como una especie de currículum informal para los selectores de personal, que usan cada vez más estos sitios con el fin de descubrir candidatos con talento. Comprobemos que nuestro perfil está completo y actualizado. Además, pensemos en aprovechar las funciones extras que brindan muchos de estos sitios. Por ejemplo, LinkedIn permite conseguir recomendaciones de otros miembros de la red para que figuren en nuestra página. Agregar algunas a nuestro perfil nos ayudará a sobresalir entre los demás.
3. Dar la mejor impresión posible. En un mercado laboral competitivo, una reputación intachable en el aspecto profesional -- tanto dentro de la Web como fuera de ella -- puede aumentar o anular las posibilidades de conseguir el puesto codiciado. En consecuencia, nos conviene sondear qué imagen ofrecemos de nosotros mismos en la Web o qué presencia tenemos en ella. Puede llevar cierto tiempo forjarse una buena reputación en la red o mejorarla si es deficiente.
Comencemos por indagar acerca de nosotros mismos en varios motores de búsqueda. Si encontramos información que no nos favorece mucho, como una foto algo embarazosa de un viaje que hicimos a México en la etapa universitaria, retirémosla o pidamos a quien la puso que haga lo propio. Asimismo, debemos controlar el nivel de privacidad de las redes sociales de la Web para asegurarnos de que la información y las fotos personales estén al alcance sólo de aquellos que hemos elegido.
4. Hacer nuevas amistades. El momento ideal para ampliar la red de contactos laborales es aquel en que no estamos buscando empleo. Lograr hoy nuevos vínculos, nos permitirá ir cultivando esas relaciones. Mantengamos la comunicación con los contactos y ofrezcámosles nuestra colaboración para lo que precisen. Cuando decidamos cambiar de trabajo y necesitemos ayuda, estarán dispuestos a devolvernos el favor.
5. Preparar las referencias. Al iniciar nuestra búsqueda, nos resultará útil que algunas personas con las que hemos trabajado proporcionen buenas referencias nuestras a posibles empleadores. Entonces, ¿por qué no empezar ya mismo a identificar y localizar a estos contactos? Si bien la mayoría de los gerentes que contratan personal solo piden entre tres y cinco referencias, nos convendrá tener preparadas algunas más. Al igual que el currículum, las referencias deben ajustarse a cada puesto que se solicita. Eso implica la posibilidad de recurrir a distintas personas que opinarán sobre diferentes aspectos de nuestra carrera, por ejemplo, la ética en el trabajo, la capacidad de gestión o la habilidad para trabajar con grupos diversos.
Averigüemos si antiguos jefes y compañeros de oficina estarían dispuestos a recomendarnos en el caso de que un eventual empleador se conectara con ellos. Si ha pasado un tiempo considerable desde la última vez que tuvimos contacto con una persona que podría dar referencias nuestras, concertemos un encuentro para tomar un café o para almorzar, o enviémosle una nota junto con algún artículo que, en nuestra opinión, podría interesarle. Comuniquemos a estas personas que nos pondremos en contacto con ellas si un posible empleador nos solicita referencias.
Aunque uno no pueda manejar la situación económica, no hay razón para quedarse de brazos cruzados. Si preparamos nuestro ingreso en el mercado laboral ahora, estaremos listos para aprovechar las nuevas oportunidades apenas aparezcan.
Por Robert Half Internacional, empresa de selección de personal
Fuente: Univision.com
(Publicado el 6 de enero de 2010)