En estas fechas es muy común comenzar a cuestionarse la vida laboral. Los expertos plantean que elegir un nuevo trabajo es posible, pero que el cambio se debe planificar con tiempo (incluso a un año plazo) y que antes de emigrar es necesario hacer un análisis lo más objetivo posible de la situación actual.
"Cada día es más importante que seamos los arquitectos de nuestras carreras. Es decir, que planifiquemos qué es lo que queremos alcanzar a largo plazo y, por lo tanto, vayamos gestionando los cambios necesarios (puestos, desarrollo de competencias, adquisición de conocimientos) que nos permitan alcanzarlo. Pero un cambio debe justificarse únicamente si supone un paso coherente en la carrera profesional", dice la consultora chilena Cindy Bortnick, directora ejecutiva de Ariel Job Center.
Katharine Brooks, doctora en psicología educacional y experta en temas laborales, propone un camino que parece bastante lógico y, en consecuencia, útil.
Parte por sugerir un análisis del presente: "Haga una lista de las cosas buenas y malas de su posición actual. Considere factores como salario, posibilidad de una promoción, ambiente de trabajo y deberes laborales", dice.
Luego plantea varias preguntas: "¿Qué parte de su trabajo es la que más disfruta? ¿Existe una forma de arreglar los problemas del trabajo actual en vez de cambiarse? ¿Ha investigado una manera de cambiar su posición actual para alinearse más cerca de sus intereses? Haga una lista de las características que debería tener su próximo trabajo".
Evaluar, evaluar. Dentro del análisis, Cindy Bortnick agrega que se debe pensar en los conocimientos que se están adquiriendo en el actual puesto (cuán atractivos y actualizados son para el mercado), así como "en el espacio que se tiene para la creatividad e iniciativa, en los niveles de estrés respecto de las responsabilidades, infraestructura, etc".
Katharine Brooks continúa el plan con un nuevo set de preguntas. "¿Qué habilidades ha adquirido a lo largo de los años y cuáles le gustaría aprender? ¿Cuál es su nivel educacional actual? ¿Con quiénes quiere trabajar: con clientes o con compañeros de trabajo? ¿Quiere ser su propio jefe? Haga una lista de sus logros y sus mejores tratos. ¿Cuáles de ellos son 'marketeables'? ¿Cómo pueden ayudarlo sus actuales habilidades a calificar en un nuevo trabajo? Establezca una zona geográfica en la que quiera trabajar, para hacer foco en ella durante su búsqueda".
El camino de Brooks considera también evaluar el mercado, el salario al que se puede aspirar, cuántas vacantes hay disponibles, conversar con personas que ya trabajen en el ambiente al que uno quiere cambiarse. Recurrir a Internet y ciertas redes sociales como LinkedIn, para obtener el máximo de información posible.
Finalmente, propone construir un plan de acción para dar este nuevo paso en la carrera. Tener paciencia, darse un tiempo razonable para buscar y evaluar si podrá seguir en su actual posición, mientras "trabaja" en su proyecto de cambio. Y, una vez más, repensar qué tan mala es la posición actual, pues cambiarse implica mucha voluntad y sacrificio. Porque, tal vez, "sólo haciendo algunos pequeños ajustes, mantener el trabajo actual puede ser mejor y más seguro".
"Una sugerencia -agrega Cindy Bortnick- es no renunciar hasta tener otro trabajo y, por lo mismo, ser muy discretos en la búsqueda. También se debe considerar que la remuneración no puede ser la única motivación. Es común que gente se cambie pensando en esto y que el resto de las variables no las considere, y que a poco andar se arrepientan de la decisión".
Fuente: El Mercurio
(Publicado el 20 de diciembre de 2010)