Para se un candidato competitivo no vale sólo cuenta con estar presente en plataformas como Twitter, LinkedIn o Facebook. Existen una serie de acciones para destacar frente al resto:
Personal Branding: La creación de una identidad digital propia será la que determine la percepción del mercado de la profesionalidad. El candidato puede desarrollar el personal branding destacando los puntos fuertes, valores y personalidad que le hacen único frente a otros profesionales, competidores potenciales para el puesto. La creación de un blog personal, establecer una red de contactos y networking ayudarán a tener una presencia más fuerte en la red y destacar frente al resto.
Ser participativo: El candidato debe tomar una actitud activa y dinamizarla a su favor, por eso el inscribirse a las redes sociales no es suficiente para encontrar empleo sino que debe participar en grupos relacionados, entablar contactos acordes a los puestos o empresas que tiene en mente, explicar cuales son sus motivaciones y en que tipo de empleo esta interesado. A la hora de buscar contactos no hay que ser insistente, ni bombardear con mensajes. Una actitud de este tipo puede perjudicar el prestigio profesional del candidato y desembocar en un bloqueo del perfil por parte de los contactos.
Seleccionar la red social adecuada: Los perfiles de usuario de cada plataforma son totalmente diferentes entre sí. LinkedIn es la red profesional líder, en la que el candidato, además de información sobre su formación o su trayectoria profesional, puede participar en grupos de interés y ser recomendado por compañeros de profesión. La tendencia en esta red es la de alojar ofertas con perfiles altamente cualificados y segmentados por targets.
Para encontrarlas, el usuario puede utilizar el posicionamiento orgánico (a través del buscador de LinkedIn), la pestaña de empleos o directamente dirigirse a grupos específicos. Xing, de origen alemán, y Viadeo, son otras redes sociales profesionales importantes para la búsqueda de empleo. Las ofertas alojadas en Twitter corresponden con puestos de índole más tecnológica y relacionados con la informática.
En Facebook, la tendencia es la de grupos profesionales en los que se compartan los mismos intereses y se publiquen ofertas de trabajo de un determinado sector. Esta diferenciación de perfiles hace que lo más importante no sea simplemente el usar estas herramientas para buscar empleo, sino el saber descifrar cuales son las que mejor se adaptan a cada caso en particular, de forma que se pueda encontrar la combinación que permita conseguir el trabajo que se esta buscando.
Identidad coherente: Es muy importante que el personal branding del candidato se mantenga en todos los perfiles. Antes de crear un perfil en una red social se debe decidir en calidad de qué se construye: como herramienta para la búsqueda de empleo o como canal de comunicación con amigos. Si se utiliza para la búsqueda de empleo, el candidato tendrá que estar muy atento al nivel de privacidad en estos perfiles, ya que el incluir fotos en actitud poco profesional, comentarios soeces o de mal gusto, videos poco apropiados, links a sitios poco recomendables e incluso, una ortografía deficiente, pueden dar una impresión negativa a las empresas.
Además de estos consejos, los candidatos que busquen empleo a través de los social media deberán estar atentos a las nuevas tendencias en captación de personal. Hasta ahora, el mercado laboral se ha basado en las aptitudes, en las que capacidades que se pueden adquirir, mientras que las capacidades actitudinales, básicas para el futuro de una organización, son las que no se están teniendo en cuenta.
Las empresas están comenzando a interesarse sobre la actitud de los candidatos y utilizan la información alojada en las redes sociales para analizar el talante del aspirante ante un determinado puesto. Frente a esta tendencia el candidato debe controlar en todo momento cuál es el nivel de información que esta proporcionando sobre si mismo a las entidades en todas y cada una de las redes en las que participe.
Fuente: RRHHblog
(Publicada el 12 de diciembre de 2011)